En medio de una guerra por liderar la gama alta de los auriculares gaming, estos Steelseries Arctis 7 suponen el pináculo de la gama Arctis y posiblemente uno de los emblemas a cuestionar más inquisitivamente, cuando nos planteamos realizar semejante inversión con la enorme cantidad de opciones que existen en el mercado con este presupuesto.
Es difícil tomar una decisión con este tipo de productos, dado que, por un lado, encontraremos puntos débiles en lo relativo a la calidad de sonido a nivel musical se refiere, y por otro lado, veremos uno de los auriculares más completos en cuanto a prestaciones, que podría resultar ser el producto definitivo para la mayoría de los usuarios domésticos.
Con solo fijarnos en el diseño, ya salta a la vista que nos encontramos ante unos cascos diseñados para personas interesadas en los videojuegos y en el gaming en general. Existe una norma no escrita, y es que todo auricular cerrado con micrófono incorporado es inherentemente gaming, y los Steelseries Arctis 7 no son la excepción.
Al mismo tiempo, su peculiaridad de auricular inalámbrico podría caer en entredicho ante su velocidad de reacción o latencia, con objeto de ofrecer la mejor experiencia, especialmente para aquellos jugadores más orientados a las versiones competitivas y multijugador.
Diseño y comodidad
Una de las ventajas que suelen aportar los auriculares gaming de gama alta es que las prestaciones en cuanto a diseño y comodidad suelen ser excepcionales. Hay que tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, este tipo de auriculares tienen que estar diseñados para entrar por los ojos y sufrir largas horas de uso.
Los Steelseries Arctis 7 no son la excepción y aseguramos que se trata de un auricular con un aspecto lujoso prácticamente sin rival, que será la envidia de la mayoría en cuestión de aspecto.
Los materiales externos son espectaculares, con acabados en metal y muy suaves al tacto. Todos los detalles han sido cuidados al milímetro, desde el micrófono retráctil hasta la estructura del conexionado que hablaremos con más detalle. Sin lugar a dudas, podemos dar un 10 en este aspecto.
¿Cómo es la calidad del sonido?
Cargado de mejoras, este auricular trata de compensar un driver de baja calidad con ciertos elementos software y características adicionales como el DTS X v2.0 y sus capacidades de surround virtual, que harán que su mayor debilidad no se note demasiado. Hay que tener en cuenta que por el precio, incluso mucho inferior, tenemos alternativas como los Audio-Technica ATH-M50x que barren por completo a estos auriculares.
En cuanto a las frecuencias, observamos que no destaca en nada, con unos bajos y unos agudos muy pobres, siendo compensados con unos medios excelentes. No hemos de olvidar que los Arctis 7 no están específicamente diseñados para escuchar música, sino para jugar, y en cuanto a sonidos de videojuegos se refiere, son precisos, adecuados y no defraudarán en ningún momento.
Micrófono retráctil
Desafortunadamente, tampoco vamos a contar con el mejor micrófono del mercado gaming, pero cumple su función correctamente. Quizá uno de los aspectos más interesantes es su formato retráctil muy innovador, dado que permite esconder el micrófono dentro del auricular, lo que impedirá que se dañe por accidente y permite ser guardado de una manera muy compacta.
¿Aislamiento y cancelación de ruido?
No es un auricular explícitamente diseñado para aislar, y obviamente no puede competir con otros auriculares que tengan algún tipo de cancelación de audio activa como los Bose QuietComfort 35 II. Según el fabricante tiene cancelación de ruido de fondo, pero dependemos bastante de lo que puedan aislar las almohadillas viscoelásticas.
En líneas generales, y para ser unos auriculares cerrados, son bastante adecuados y nos otorgarán esa experiencia inmersiva en nuestro domicilio.
Autonomía y duración de la batería
Estos auriculares tienen una autonomía suficientemente alta para no dejarnos tirados en medio de una partida, pero quizá insuficiente, si acostumbramos a salir de casa con ellos, existiendo otras alternativas mucho más interesantes y compactas. Según el fabricante, hablamos de unas 15 horas de autonomía, aunque tras las pruebas hemos podido comprobar que es posible estirar un poco esta cota, 1 e incluso 2 horas más, lo que está bastante bien.
El problema viene con la carga, y es que, como comentábamos, al no disponer de ese puerto USB-C, no dispondremos de carga rápida, lo que nos invita a pensar que está pensado para ponerlo a cargar inmediatamente después de cada sesión de juego.
Software SteelSeries Engine 3
Como introducimos, este tipo de auriculares suele compensar sus deficiencias musicales a través del software. Al no incorporar un chip convertidor digital-analógico, toda la ecualización debe hacerse con el programa de la marca, que, si bien no es imprescindible, nos permitirá tener cierto margen de mejora.
Sin tener grandes expectativas, gracias al programa, podremos disfrutar del sonido surround virtual, algo que en videoconsolas no está disponible por razones obvias.
¿Para quién recomendamos estos cascos?
Como hemos sugerido, estamos ante unos auriculares exclusivamente diseñados para gamers. Aun siendo inalámbricos, están pensados para uso doméstico, además su aspecto, aun siendo excelente, no es del tipo de auricular que desearíamos sacar a la calle por ser algo aparatoso.
El único problema que vemos es que el sonido no acompaña en esta gama alta, algo muy común en el equipamiento gaming (salvo raras excepciones como los HyperX Cloud Alpha, basados en el driver del Takstar Pro con muy buena relación calidad/precio), siendo de nivel mediocre, especialmente cuando hablamos de escuchar piezas musicales.